martes, mayo 21, 2013

Transgeneracional




          No hay edad para el ajedrez. O, más bien, es un deporte para todas las edades. Abuelos contra nietos pueden enfrentarse en igualdad de condiciones, sin ventajas o desventajas dictadas por los años. Y para comprobarlo, nada mejor que darse una vuelta por el Abierto de La Palma, ese torneo que se ha consolidado como la gran fiesta del ajedrez en la comarca.

          Ahí tienen a dos señores mayores exprimiéndose al máximo para poder ganar sus respectivas partidas a estos dos chavales que, dicho sea de paso, también se exigen lo mejor de si en el intento de obtener el jaque mate. Aquí no vale la subestimación del contrario por razones de edad. Lucha de igual a igual como en pocos deportes. En este caso, además, se puede decir que “corpore sano in mente sana”.

          Y es que los estudios demuestran que los mayores de 75 años que habían practicado actividades como el ajedrez estaban mucho mejor preparados para luchar contra el alzhéimer, la demencia y otras enfermedades mentales. Así mismo, mejora la creatividad, potencia la memoria, aumenta la capacidad para resolver problemas cotidianos y facilita la concentración. Jóvenes contra mayores, o al revés, frente a frente aunque desde el respeto mutuo que también fomenta este maravilloso y noble deporte de las 64 casilla

Objetivo, Mucho Deporte

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