INT. PENSIÓN / SALA DE RECEPCIÓN. MAÑANA
Sobre un casillero del que entran y salen llaves a un ritmo
más lento que rápido, manejadas por una mano que humea a
causa de un cigarro puro, se impresionan los TÍTULOS DE
CRÉDITO.
Al finalizar los títulos, la mano del RECEPCIONISTA, menos
grande que basta, pone sin delicadeza sobre otra mano una de
las llaves de la que cuelga un pesado y voluminoso llavero.
El recepcionista, de rostro desagradable y rudo, mordisquea
un habano. JUAN, un joven de edad imprecisa, se aleja unos
pasos y pone un pie en el primer escalón de la escalera
situada en un extremo de la pequeña sala de recepción.
RECEPCIONISTA
¡Espere!
Juan se detiene. El joven, abrigado con una trenca, porta
una barra de pan. Atraviesa la sala y se aproxima al
mostrador, sobre el que descansa un cenicero, un teléfono,
un libro de registro y tal vez un bloc de notas, timbre y
recado de escribir. Mientras tanto, el recepcionista, de
edad madura y algo desaseado, se gira hacia el casillero del
que extrae un sobre de aspecto corriente. Antes de
entregárselo, lee algo en él con el ceño fruncido.
JUAN
(con impaciencia)
¿Y bien?
RECEPCIONISTA
Esto ha llegado esta mañana, hace
un rato, para DON Juan Nigorra. Ese
es usted, ¿verdad?
Juan toma el sobre que el individuo le ofrece con ese ademán
habitual en tales casos, pero cuando tira de él, el otro se
resiste a soltarlo. Al levantar la vista, tropieza con la
mirada del fumador de puros.
RECEPCIONISTA
(echando una bocanada de humo,
con gesto inquisitivo y casi
maligno)
La trajo un chófer que parecía un
general.
El hombre suelta por fin la carta. Juan la coge de un tirón
y se encamina a la escalera.
RECEPCIONISTA
(gritando)
¡Espero que sean buenas noticias!
¡Ya me debe usted un mes!
INT. PENSIÓN / HABITACIÓN ALQUILADA. MAÑANA
Se oye el RUIDO de la llave en la cerradura y la puerta se
abre. Entra Juan con el sobre y el llavero en una mano y la
barra de pan en la otra. La habitación ofrece a la mirada
del espectador un viejo armario, una pobre mesa sobre la que
hay un tablero de ajedrez con sus piezas, una silla
desvencijada, un lavabo con espejo, una mesita de noche y
una cama. Antes de sentarse o dejarse caer sobre el lecho,
Juan apoya la barra de pan y la llave sobre la mesilla.
Sentado, presiona el «play» del miserable radiocasete
abandonado sobre la mesilla, y un solitario saxo comienza a
SONAR con tristeza. Juan RASGA el sobre con cierta ansiedad
y aparece en su interior un papel doblado y una tarjeta.
Deja la tarjeta sobre la colcha y desdobla la nota, que lee
en voz alta....
Guion cinematográfico
Escrito Por:
Francisco Ayudarte Granados
Basado en:
Un cuento del autor
1 comentario:
Ya le he hecho la propuesta a mi hija para que lo haga, pero tiene otra prioridad. A ver si alguien se anima.
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