Estimados amigos y amigas de este pequeño pero inmenso grupo de aficionados y más que aficionados al ajedrez.
Estas fechas, y las de la próxima semana, están siempre presididas por una afectuosa mezcla de sentimientos entrañables y de tópicos disculpables.
Lo comentaba hace unos días con un buen amigo; permitid que simplifique el juego y, al modo Capablanca, intente quedarme con la esencia que debe guiar nuestra presencia aquí, deseándoos, sobre todo, una vida feliz.
Ricardo Montecatine
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