Libros de Ajedrez publicados por motrileños

domingo, mayo 08, 2011

Francisco Ayudarte Granados, ajedrez y literatura




           Francisco Ayudarte Granados es un motrileño, enamorado del ajedrez entre otras cosas, profesor, escritor y poeta; muy ligado al Club Ajedrez Motril especialmente en la década de los ochenta; en el año 1987 es el primer jugador motrileño que consigue ELO Nacional: 2.070 puntos, vamos a dar un pequeño repaso a algunas joyas que ha creado sobre el ajedrez,como un pequeño botón de muestra.

EL JUGADOR DE AJEDREZ

          Cuando llegué a la pensión en la calle N... alguien me entregó un papel doblado y una tarjeta: "Don Antonio Álvarez de Ojeda tiene el placer de invitarle a una partida de Ajedrez, en su casa a las cuatro y media". Noté la calidad del papel, la letra pulcra y femenina (por lo que deduje que pagaba una secretaria) y, sobre todo, el tono seco y hasta desafiante, me pareció, de la misiva. La tarjeta decía: ANTONIO ÁLVAREZ DE OJEDA, Ingeniero de Minas. Particular: P. ARZ. OBISPO M..., 6. TELF... Me sonreí (recuerdo) al ver el "DE OJEDA", suponiendo que mi desconocido anfitrión era algo presuntuoso. No almorcé, es cierto, pero tampoco estaba nervioso. Caminé, despacio, por las calles menos ruidosas y empezó a llover, igual que hoy. Me puse los guantes. A las cuatro y treinta y dos me detuve frente a la casa del ingeniero. No había timbre, sino dos enormes aldabas. Sostuve la que tiene el angelote desnarigado y di tres golpes. Me abrió la puerta personalmente y, sin más preámbulos, me tendió los dos puños. Yo dije simplemente: "el derecho". Abrió su mano y sobre la mía dejó caer un peón blanco. Me parece que le oí contestar: "está usted de suerte, señor Nigorra...



LA VERDADERA PARTIDA




          Érase que se era un peón de ajedrez que, paso a paso, tras un desatado esfuerzo, alcanzó la octava fila. Allí, en aquel lugar privilegiado y seguro, empezó a dudar. Según las leyes ajedrecísticas, había alcanzado el mayor de los honores posibles: cambiar de estatus, obtener el poder más apreciado, después del Rey. Pero ahora no sabía si transformarse en Caballo, Alfil, Dama o Torre. El objetivo común de todos sus camaradas era ganar de forma elegante o contundente la batalla. Al parecer, no cabía otra alternativa sino recurrir a un minucioso análisis antes de tomar una decisión de la que dependía su destino y el de sus colores...
 


"Confia pero comprueba"



          No siento lástima de este niño armenio porque hayan perecido sus padres. ¿Por qué habría de sentirla? Hasta la fecha, mi vida ha sido complicada, pero no he desperdiciado un segundo en compadecerla. Con treinta y cuatro años, he perdido casi todo. Al comienzo de la misma guerra infame que se ha llevado a sus progenitores, ...


            En el boletín del segundo abierto de ajedrez Ciudad de Motril en el año 1989 se publican dos bellos poemas:


I

Por los cuadros blancos   mi alfil la captura.
Por los cuadros negros   va la dama oscura.
Sólo el caballo   muerde su cintura.
(Y la dama blanca   quieta en la espesura).

El caballo solo,   muerto en la llanura.

Va la dama negra   por una costura
y la dama blanca   cose  su amargura.
Negra es la dama,   blanca la conjura.

Bebe noche el día.   Copa que se apura.
Pero es la dama   negra quien procura
agua de magnolia,   curva de frescura.

Con un tiempo menos   sale en la apertura.
Con un tiempo menos   su derrota augura.
Sólo por un tiempo   pierde la aventura.

Libre la columna,   subre la altura.
Una torre alta   cava en la hondura.
El peón ya débil, magra la estructura.
Dama blanca oculta   toma la figura,
el enroque quiebra   su puñal fulgura,
y la muerte esboza   su sonriza pura.
Por los cuadros blandos    va la dama oscura.
Sólo el caballo   besa su negrura.
El caballo sólo   muerto en su cintura.




IV

Mar de los tableros,   viva singladura.
Va a la vela firme,   presa de la amura.
Arlequín se pone   trajede impostura.
Ojos de torero   cercan la cintura.

Trae el espejo sombra   blanca y sombra oscura.

Pero el mar prepara   una sepultura,
caja en la que guarda   huesos de figura.
Arlequín desnuda   su ebria catadura.
Y el torero gana   la partida dura.

El espejo trae sombra   clara y sombra oscura.

Pero el mar intuye   su alta arboladura,
Arlequín maniobra   en su sangre pura
y el torero azoga   la sutil brabura,
Ruedo, tablero,   mar de conjetura.

Trae el espejo clara   sombra y sombra oscura.

F. Ayudarte








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